William tenía solo dieciocho años cuando su casa fue incendiada por una persona misteriosa que nadie había visto antes. Casi nada había sobrevivido al incendio por lo que William y sus padres, Emily Smith y Harold Bidder tuvieron que mudarse al hotel más cercano que pudieron encontrar por el momento.
Después de un par de días mientras la familia desayunaba, Emily decidió llamar a un agente inmobiliario que encontró en un sitio web.
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Después de un par de días, Emily recibiría una llamada para la nueva casa, por lo que William y sus padres tomarían un taxi para ir a la nueva casa.
Cuando llegaron allí, todos estaban asombrados de lo bonita que era la casa y Emily se sorprendió de cómo una casa tan bonita era tan barata y un agente inmobiliario estaba parado justo al lado de la puerta de la casa.
William pensó que el hombre miraba hacia afuera con las manos detrás de la espalda casi como si estuviera escondiendo algo y el hombre tenía una sonrisa gigante en su rostro a cada lado apuntando de oreja a oreja.
También estaba claro que el hombre tenía una identificación falsa ya que la foto no se parecía.