Amaneció un hermoso día en el castillo del Conde Lucanor...
Hace un gran día ¿verdad señor?Le noto pensativo, ¿le ocurre algo?
Patronio lo que me ocurre es que algunos conocidos me aconsejan vivir la buena vida sin trabajar, que puedo mantenerme así y dejar ricos a mis herederos.Necesito su consejo, ¿Que debería hacer?
Señor Conde Lucanor , aunque el descanso y los placeres son buenos, para que hagáis en esto lo más provechoso, me gustaría mucho contarle de lo que le paso a una cigarra y a una hormiga
Con esa duda del Conde, Patronio comenzó su historia
Todo comenzó un perfecto dia de verano: el sol brillaba, las flores desprendían su olor... La cigarra cantaba y descansaba alegremente mientras que su amiga la hormiga trabajaba y recogía alimentos
¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti
Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería
El verano pasó y la cigarra seguía riendo y cantando mientras la hormiga guardaba provisiones para el invierno
¡Vecina hormiga! Queda mucho para el invierno, no se preocupe por mi. Descansa un poco de esta lluvia como hago yo
Querida cigarra, debería empezar a recoger alimentos que ya estamos en otoño
Hasta que un día, al despertar, se sentía el intenso frío invernal. Los árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente,mientras que yo no tengo nada.
Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar?
Ante esta petición, la hormiga hizo una pregunta la cual fue respondida por una cabizbaja cigarra
Mientras tu trabajabas yo cantaba y cantaba bajo el sol