EL GIGANTE RUPERTO Y LOS HUMANOS
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CREACIÓN DE HISTORIETA
Texte du Storyboard
- Erase una vez un gigante que vivía en lo más profundo de un bosque, pero no tenía amigos porque casi no salía más allá de su casa, porque su madre le prohibia, por eso se sentía sólo y aturdido.
- No hay nadie más hijo, solo somos nosotros y este es nuestro mundo
- Madre, ¿Cuándo podré salir? ¿Nunca tendré amigos? ¿Quiénes más habitan afuera?
- El gigante Ruperto no quería quedarse con las dudas por lo que seguía preguntando a su madre.
- Recuerda hijo, solo habitamos nosotros y...
- Bueno hay pequeñas personitas que habitan afuera, se les llama humanos, pero ellos son malos, y no tienen un buen corazón, por lo que nunca serán tus amigos.
- ¿Cómo que no hay nadie más que nosotros madre, tratas de decirme que nunca conoceré a más gigantes que yo?
- ¿Y quién más madre?
- Al otro día, en la mañana el gigante Ruperto se encontraba mirando por su ventana y pensando en como serian esas personitas que su madre le describió. En ese instante su madre le interrumpió.
- ¿Cómo serán aquellas personitas de las que hablo mamá?¿Serán realmente malas como ella dice? Me gustaría encontrarme algún día con alguno de ellos.
- Hijo necesito que te vayas afuera y busques manzanas para hacer una tarta.
- El gigante empezó a creer en las palabras de su madre pero a la vez dudaba de ella.
- En ese momento el gigante cogió la canasta, se fue cantando y bailando por el bosque en busca de sus manzanas rojas y maduras que su madre le había pedido
- laralaralara . ¿Qué es lo que escucho?
- Mamá de gigante Ruperto le dijo que ya no hablen más de ellos y que si algún día se llega a cruzar con alguno que él huya.
- El gigante decidió acercarse con timidez
- ¡Miraaaa Fresia! Detrás del árbol hay un gigante
- Que volteo o no
- A lo que Ruperto exclamo ¡Mmm! - qué rico mamá. Mamá le dice que no se vaya a demorar mucho, porque si no se preocupará.
- En ese momento los niños lo miraron y se acercaron con mucha ternura, haciendo preguntas.
- Noo, mi madre dice que ustedes son malos.
- Es que yo quiero tener amigos y no tengo ni uno.
- El gigante persiguió lo que sus oídos escuchaban hasta que vio a dos niños riéndose y disfrutando del río. - el gigante quiso acercarse, pero lo dudaba porque a la vez recordaba las palabras de su mamá.
- Al ver al gigante se asustaron y quisieron huir, pero el gigante se sentó y se puso a llorar.
- Al instante los niños acudieron abrazarlo. Los niños se despidieron de su amigo gigante, diciendo que mañana volverán a la misma hora. El gigante muy feliz volvió a su casa a contrale la gran noticia a su madre, que ahora tiene amigos, estaba tan feliz que olvidó de recoger las manzanas.
- ¿Nosotros? ohh no no. Para que veas que somos buenos vamos a ser tus amigos y así no te sentirás solo.
- ¿No hay más gigantes en tu mundo?
- ¿Qué le pasa señor gigante?
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