No jures por la luna, por la inconstante luna que cambia cada mes al girar en su orbita, no sea que tu amor resulte tan variable
y entonces ¿por que juro?
señorita, juro por esta luna bendita que corona deplata las copas de estos arboles frutales...
Pero, el profundo amor de mi pecho...
¡No jures en modo alguno o jura por tu encantadora persona, que es el dios de mi idolatría y así te creeré!
Bien; no jures. Aunque eres mi alegría, no me alegrael pacto de esta noche, es demasiado brusco, demasiado temerario, demasiadorepentino, demasiado parecido al relámpago, que se extingue antes de que podamos decir: ¡El relámpago! … ¡Cariño, buenas noches!…
No me dejes así tan vacío...
Un juramento de amor constante.
¿Qué más puedo darte?
Ya te juré en silencio y quisiera anularlo.
¿Me lo querrías quitar? Y, ¿por qué, amor mío?
Nada más que para mostrarme generosa y volver a jurártelo. Mi desinterés y mi veneración son tan ilimitados y profundos como el mar. Cuanto más te entrego, más me queda, porque mi amor y mi devoción son infinitos. ¡Oigo ruido adentro! ¡Adiós, querido, adiós!