En su primer día en la escuela, Pablo fue rechazado por algunos de sus compañeros por su color de piel. Esto lo entristeció y lo hizo sentirse mal consigo mismo.
Pero es divertido hacerlo.
Debes parar de molestar a Pablo, el no te ha hecho nada.
Saliendo del bus escolar, Miguel intenta calmar a Pablo.
Oye enano, dame toda tu comida. Se ve que tus padres ganan mucha lana.
El bullying llega a tal punto que ni en clases lo pueden dejar tranquilo. Sobre todo Mateo, quien no lo deja destacar.
Me alegra que ya nadie te pueda volver a molestar.
¡Estas en serios problemas!
A pesar de sus esfuerzos, Miguel no pudo detener los abusos de Mateo.
Un día, Mateo sintió lo que es ser molestado por alguien más. Eso lo hizo sentirse débil, pero también cambió su actitud con Pablo, pues ahora lo comprendía.
Todos pudieron conocer más a Pablo y descubrieron que era una buena persona. Entonces, todos lo aceptaron, respetaron sus ideas y propuestas y juntos pudieron poner en evidencia al bully, quien fue expulsado.