Fiona y su familia vivían en la ciudad de Glen Kerry, Irlanda a finales del siglo XIX.
Nuevos trabajos
¡Me lo llevo todo!
Los padres de Fiona les cuentan a Fiona y a su hermana pequeña la historia de cómo se conocieron. Mamá dejó un rastro de encaje que conducía a su casa y papá lo siguió hasta el final para encontrarla.
¡Fuego!
La madre de Fiona le enseña todo lo que hay que saber sobre la confección de encajes, y Fiona es natural en eso.
Camino de encaje
Los tiempos son difíciles en Irlanda y la familia de Fiona decide dejarlo todo e irse a Estados Unidos. Viajaron durante días a Chicago en carro, barco de vapor y tren. Fiona hizo encaje para pasar el tiempo.
La familia está unida otra vez
Los padres de Fiona tuvieron que trabajar en dos trabajos y viajar un largo camino para llegar al trabajo. Una modista adinerada se entera de las habilidades de Fiona para hacer encajes y se ofrece a comprar todo lo que tiene.
Mientras sus padres están en el trabajo una noche, las niñas notan incendios afuera. Había gente entrando en pánico por todas partes. Fiona agarra algunas cosas y su encaje, y las chicas corren para escapar.
Después de un tiempo, las niñas regresan a casa y bajan al sótano, pero les preocupa cómo las encontrarán sus padres. Fiona corta el encaje y deja un rastro de encaje que los lleva. Como hizo su madre con su padre hace años.
¡Los padres de Fiona los encuentran! Fiona se siente mal por el encaje arruinado que podría haberse vendido, pero su madre les recuerda a toda esa familia y estar a salvo y juntos es lo que importa.
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