QUIJOTE 2
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- Si vuestra merced , señor caballero, busca posada, amén del lecho.#160;
- Nunca fuera caballero de damas tan bien servido como fuera don Quijote cuando de su aldea vino; doncellas cuidaban dél, princesas de su rocino.
- Las doncellas, aunque le habían quitado el peto y el espaldar, jamás supieron ni pudieron desencajarle la gola, ni quitalie la contrahecha celada, que traía atada con unas cintas verdes, y era menester cortarlas, por no poderse quitar los ñudos; mas el no quiso consentir en#160; ninguna manera, y, así, se quedó toda aquella noche con la celada puesta.
- ¡Qué hermosa música!Definitivamente si estoy en un castillo.
- Como tenía puesta la celada y alzada la visera, no podía poner nada en la#160; boca con sus manos si otro no se lo daba y ponía, y así, una de aquellas señoras servía deste menester.#160;
- Estando en esto, llegó a caso a la venta un castrador de puercos, y así como llegó, sonó su silbato de cañas., con lo cual don Quijote acabó de confirmar que estaba en algún famoso castillo y que le servían con música.
Loodud üle 30 miljoni süžeeskeemi