Para muchas obras literarias, especialmente novelas, el desarrollo del personaje es fundamental. Los personajes literarios impulsan la acción y el conflicto; crean una razón para que exista una historia. Mapear personajes puede ser tan simple como pedirles a los estudiantes que completen tablas que rastreen aspectos importantes de los personajes, o tan complejo como señalar rasgos que los clasifican como un arquetipo.