Yo me llamo Sara, tengo 11 años y de mayor quiero ser conductorade autocar. Una familia bastante normal dentro de lo que cabe.Aunque desde ayer ya no somos tan normales.
Había una vez dos niños, mi hermano Leo y yo.Nos pasábamos las horas jugando con nuestros dispositivos digitales.
Le dije a Gigi Mae que recordáramos los consejos que nos daban mis padres sobrecómo usar los dispositivos, y que nunca seguimos. Muy mal por nuestra parte.Así que empezamos a hacer memoria por si servía para recuperar las cabezas.
Entonces, cuando Leo, Gigi Mae y yo fuimos arecibir a mis padres nos quedamos paralizados,como estatuas de mármol.¡Sus cabezas también habían mutado! Así que entre todos nos pusimos a hacer una lista.Les ayudamos a recordar las cosas que les habían hecho felices tiempo atrás.
“Además, tenemos que acompañarles en la gran aventura deexplorar el nuevo mundo de las tecnologías. Por muchas dudasque tengamos, tenemos que estar a su lado, guiándolos.Nos necesitan”