Quedas castigada y perderás la vida si te encontramos fumando.
Debo encontrar la forma de fumar sin que mis padres se enteren!!!
En un lugar perdido en las montañas de Panamá, vivía una joven a quien le gustaba fumar y se llamaba Paula, pero le decían de apodo Pavita.
Esconderé sigilosamente mis pavitas para evitar ser descubierta por mis padres.
Los padres de Paula habían tratado por todos los medios de quitarle la costumbre del cigarro, pero como no consiguieron nada decidieron amenazarla si la encontraban nuevamente fumando.
Por primera vez, Paula se asusto de veras, y no se atrevió a fumar por días. Mas su cuerpo entero sentía las ansias de tabaco.
Al fin se le ocurrió recoger todas las pavitas que los demás botaban, guardarlas, y fumárselos cuando nadie la viera, decidió esconderlas debajo de unas piedras que había detrás del fogón en la cocina.
Todas las noches, cuando las espesas sombras envolvían la tierra, sigilosamente se iba Paula ala desierta cocinita, levantaba la piedra y se ponía a fumar sus pavitas.