Cuando hacia el noviciado en la orden de la Resurrección, se había distinguido por su talento y su equilibrio, los años han pasado, la poesía y los cantos gregorianos en la capilla.
La Hermanita Luisa, tiene unos ojos dulces y puros, y una mirada extraordinariamente inteligente.
LA HERMANA LUISA
La hermana ha quedado a la realidad
"Hermana Luisa usted en este colegio estará encargada además de las clases, del economato".
Y así como la mirada y los ojos, también el corazón,auténticamente cristiano
Ella no sabía de la misión que le estaba encomendando la Superiora del colegio.
La superiora del colegio era una australiana, desconocedora del mundo en que se debaten los cristianos, y con la tentación de elevar el nivel del colegio a base únicamente del nivel de las pensiones.
No suponía la frialdad y la dureza de piedra que requería ese oficio. Ignoraba que allí había unos libros de cuentas,rígidos y fríos, y una máquina exacta de sumar, que funcionaba ciegamente, pero no al pulso variante del corazón cristiano.
"No se puede ceder ni un punto,ni una línea, ni un peso, sin mi autorización personal".
La respuesta fue un tormento para la hermana Luisa, dio dos o tres respuestas,pero no pudo seguir
En este Colegio hay una reglamentación rígida e implacable, una matrícula muy costosa para internado y externado. Se exigen tres uniformes a parte del aparte del uniforme de la Banda de Guerra y de otras minucias.
“Hermanita, yo quisiera conservar el cupo para mis hijas, ¿cuál es el precio de la matrícula este año?”.
Aquí empieza la tragedia de la Hermanita Luisa.
La Hermanita Luisa se dirigió al Jardín llorando
Si nosotras hicimos voto de caridad
Por qué? acaso no está terminada la construcción del colegio, dotada la capilla y la biblioteca.
Le quemaban las miradas entristecidas de aquellos padres de familia que, ganando no podían dejar a su hijita en aquel afamado colegio de la Resurrección.
En tanto la Superiora , retiró el libro y se puso a pensar.
La hermana Luisa tiene razón, así como va el colegio y la Orden de la Resurrección no tiene sentido cristiano.
La hermana se empezó a sentir cómplice y culpable, tomó el libro de cuentas y se fue a donde la Superiora y la encontró leyendo el libro de las constituciones plácidamente
Madre aquí tiene el libro, el Papa no sabe lo que estamos haciendo en este colegio, esto no es pobreza ni caridad hay le dijo los libros de la sindicatura.
La Superiora salió a buscar a la hermana Luisa, la halló en el jardín, hecha un mar de lágrimas, la abrazó en silencio. Pero no se atrevió a decir una sola palabra
Sabía que la única palabra, era la de transformar el colegio, de vanidoso en cristiano.