¡Apártate! ¡Me has ofendido como nadie lo ha hecho jamás! ¡Déjame!
¡No volverás a verme jamás!
Perdóname, querida Use. Yo mismo lavaré tu precioso rostro
Deja de llorar, te suplico que me perdones.
Use, diosa de la Luna
Bari, dios del Sol
Se untó las manos con la oscura resina de un árbol y se fue acercando sigilosamente a Use, que, de espaldas a Bari, continuaba absorta ante las aguas. Cuando llegó hasta ella, Bari frotó las negras palmas de sus manos en el blanquísimo rostro de Use. La cara de la diosa quedó como tiznada por hollín y a orillas del lago, entre las divertidas carcajadas de su hermano, las aguas devolvían una imagen fea y deslucida de la cara de Use. Al verse así, la bella diosa rompió a llorar desconsoladamente.
Fin de la historia.
Y la diosa, en un vuelo fugaz, ascendió a los cielos ante el estupor de su afligido hermano. Desde entonces, Use, la diosa de la Luna, sale siempre de noche, cuando Bari, el dios del Sol, ya se ha ocultado
Cuenta también la leyenda que Use siente a veces deseos de ver a su hermano y, por eso, algunos días muy claros, podemos ver la Luna y el Sol juntos en el cielo, aunque solo sea durante unos instantes.
El profe terminó de contar la historia y su alumnos estaban todos emocionados, querían que la vuelva a contar. Finalmente el profe les pidió de tarea que realizaran una presentación sobre el movimiento de rotación de la Tierra, pero ahora desde un punto de vista científico.