Buenos días, hoy les contare la historia de mi muerte
El 28 de noviembre de 1928 había estallado la huelga más grande de la historia colombiana. Más de 25 000 trabajadores de las plantaciones se negaron a cortar los bananos producidos por la United Fruit Company y por productores nacionales bajo contrato con la compañía.
Yo era un obrero bananero trabajaba para United Fruit Company desde que esta empezó, yo ayude a construir los ferrocarriles y los canales de riego; para limpiar el terreno, sembrar el banano y recolectar la cosecha; y también para cargar los barcos
Debido a problemas con los salarios nosotros los trabajadores de esta empresa decidimos hacer una huelga, no sabíamos lo que nos esperaba
Después de 1 mes de huelga el presidente decidió poner fin a esta, desplegando al ejército y Estados Unidos también envió a varios marines para finalizar de una vez por todo con nuestra huelga. Con diferentes excusas y leyes a su favor, la noche del 5 y el 6 de diciembre de 1928 empezaron a disparar contra nosotros los obreros que manifestaban pacíficamente dando gritos de libertad ante su patria, entre éstos yo.
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Luego de esta gran masacre los sobrevivientes trataron de informar lo sucedido en diferentes medios de comunicación, pero esta noticia no llamó la atención de la prensa. Los diferentes diarios conservadores llamaron a esta masacre una peligrosa conspiración comunista y decían que los huelguistas fueron manipulados por los agitadores comunistas, lo más irónico de todo fue que el Presidente de la república felicitó al general Cortés Vargas por haber salvado al país de la anarquía.
Las diferentes versiones no dieron claridad al país sobre lo que ocurrió y la mayoría de periódicos justificaban el abaleo de mujeres, niños y hombres.
Además que diferentes autores exponen lo ocurrido en sus libros como Gabriel García Márquez, en su obra Cien años de soledad; Álvaro Cepeda Samudio, en su novela La casa grande; y el dramaturgo Carlos José Reyes, han retratado el evento, logrando que los sucesos se preserven en la cultura colombiana.
Después de lo ocurrido han pasado 93 años de mi muerte y en la actualidad se sabe lo ocurrido y se reconocen los hechos dados frente a nosotros los obreros bananeros.
Todos estos hechos me dan paz y me hacen descansar, ya que se sabe de lo que ocurrió en realidad.