Hola soy Quejana, tengo 50 años y soy un hidalgo.
Nuestro hidalgo disfrutaba tanto leer que pasaba las noches y los días leyendo. Y así del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio.
Casi siempre estoy leyendo. Me encantan los libros de caballerías y ya he comprado muchos de esos.
Un día cuando estaba leyendo se vino una idea.
Ya sé que tengo que hacer para aumentar mi honra y para el servicio de mi república. Tengo que hacerme caballero andante! Voy a buscar las aventuras y ejercitar todo que he leído en mis libros! Es una idea brillante!
Dicho y hecho! Primero nuestro hidalgo empezó a limpiar unas armas antiguos que tenía de sus bisabuelos.
Qué asco, están tomadas de orín y llenas de moho. Pero bueno para hacerme caballero andante necesito las armas.
Caundo estaba satisfecho con las armas fue a ver su rocín.
Ya tienes números defectos mi rocín pero no pasa nada, eres muy único! Qué nombre te pongo?
Al final le llamó Rocinante y después de mucho más tiempo pensando, se llamó a sí mismo Don Quijote de la Mancha.
Bueno ahora ya tengo todo para ser caballero andante. Sólo me falta una dama de quien puedo enamorarme y a la cuál puedo mostrar los éxitos de mis aventuras. Creo que eligiré a la Aldonza que vive cerca y tiene una aparencia muy bonita. Pero ella necesita también un nombre más siginicativo. Voy a llamarla Dulcenia del Tubuso.