El gramófono, también conocido como fonógrafo o tocadiscos, es un dispositivo que se utiliza para reproducir el sonido de discos o cilindros.
Un gramófono, también conocido como fonógrafo o tocadiscos, es un dispositivo utilizado para reproducir el sonido. En el Reino Unido, el gramófono era una marca registrada de la empresa Gramophone. En 1910, el término se consideró genérico, lo que significaba que ya no era una marca protegida. Un gramófono consiste en una placa giratoria, aguja, bocina y disco (o cilindro). El disco tiene una ranura donde encaja la aguja. Aunque la ranura puede parecer lisa, en realidad tiene pequeñas desviaciones hacia adelante y hacia atrás. La aguja está conectada a un diafragma, que está conectado a un cuerno. El diafragma crea el sonido y el claxon canaliza el sonido para que se pueda escuchar.
La primera versión del gramófono fue inventada por Thomas Edison en 1887. Edison creó una máquina que podía grabar y reproducir sonidos utilizando cilindros recubiertos con papel de aluminio. Los primeros dispositivos de grabación eran solo gramófonos en reversa. El sonido recogido en el cuerno hacía vibrar la aguja, lo que causaría pequeñas desviaciones en la cera. Emile Berliner patentó un sistema para grabar sonidos en discos en lugar de cilindros. Estas fueron las primeras grabaciones de sonido que se pudieron producir en masa a partir de un registro maestro.
Berliner persuadió a algunos músicos famosos a grabar su música usando su sistema, lo que aumentó la popularidad de su sistema. Sus primeros discos podían contener un máximo de 3 minutos de música y eso es lo que influyó en la duración de las canciones pop de hoy. Antes de sus discos, la música era solo algo que podía disfrutarse en vivo. Berliner permitió a las personas poseer la música por sí mismos.
Después de los discos de gramófono, se descubrió que la cinta magnética era una buena forma de grabar el sonido. De la cinta salieron grabaciones digitales usando CD y el minidisc. Los archivos de sonido digital ahora se pueden almacenar en cualquier computadora como un archivo MP3. Estos archivos de sonido se pueden compartir rápida y fácilmente a través de Internet. Los servicios de transmisión modernos han hecho aún más fácil escuchar música sin tener que tener una copia de la misma. Los discos de vinilo recientemente han tenido un resurgimiento con algunos DJs y amantes de la música. Las tornamesas de hoy en día ahora tienen salidas digitales que se pueden conectar a amplificadores electrónicos y computadoras, que pueden aumentar el volumen y manipular aún más el sonido.