Laura está de vacaciones en un pueblo turístico conocido por su mercado de artesanías.
Mientras recorre los puestos, se interesa en una figura de cerámica pintada a mano. Al preguntar el precio, el vendedor le dice que cuesta s/500 soles. Laura, acostumbrada a regatear en mercados, decide intentar conseguir un mejor precio.
Su precio es de S/ 500 soles
Creo que puedo conseguirlo por un menor precio
señor buenas tardes, cuanto cuesta esa figura
Gleiten: 2
Me gusta mucho esta figura. ¿Podría hacerme un descuento? S/500 soles es un poco alto para mi presupuesto.
Es una pieza de buena calidad y hecha a mano; lleva horas de trabajo. Podría dejarla en S/450 soles.
Mmm, $400 pesos es bastante bajo. ¿Qué le parece si hacemos $425?
Lo entiendo, y se nota el detalle en el trabajo. Pero he visto figuras similares en otros puestos un poco más económicas. ¿Qué le parece si la dejamos en S/400 soles?
Gleiten: 3
Trato hecho. S/425 está bien para mí.
Gracias por su compra, aqui tiene que tenga bonito dia.
RESULTADO: Finalmente, ambos se ponen de acuerdo en un precio que satisface a ambas partes: Laura obtiene la figura de cerámica por S/425 soles, mientras que el vendedor logra cerrar una venta con una reducción pequeña en su precio inicial.
ANALISIS: Este caso de regateo es un buen ejemplo de negociación en mercados informales, donde ambas partes buscan un precio justo. Laura, en este caso, aplica una técnica de comparación y empatía, mostrando respeto por el trabajo del vendedor pero también argumentando su punto para conseguir un mejor precio. Al final, la comunicación abierta y la flexibilidad en las propuestas permitieron llegar a un acuerdo satisfactorio