Existían cuatro dragones, el rojo, el amarillo,negro y el blanco, que vivían en el mar del este. Cierta vez los;dragones se alejaron de su hogar volando y vieron que en la tierra había una aldea y cosechas, plantas y ríos secos.Los dragones se acercaron un poco a la aldea y escucharon que las;personas con su canto pedían que lloviera para tener ríos de donde beber agua y para que sus cosechas mejoraran.
Los dragones sabían que era cuestión de vida o muerte para esta gente y, por eso, fueron al palacio de Jade, el emperador del cielo. Cuando estos seres llegaron, el monarca se enojó porque lo despertaron y les dijo que volvieran al mar del este.Pero ellos le explicaron que la gente necesitaba agua, entonces el emperador les prometió que al otro día llovería. Ellos le creyeron y volvieron a su hogar.Sin embargo, pasaron los días, no había llovido y no se veía ni una sola nube en el cielo.
El dragón negro les dijo a los demás que Jade no resolvería el problema y que ellos podían solucionarlo si llenaban sus bocas de agua y la escupían en el cielo.Los cuatro dragones bajaron volando hasta el mar, llenaron sus bocas con agua, subieron al cielo y la soltaron. Repitieron esto muchas veces hasta que se dieron cuenta de que en la tierra llovía.Ellos fueron a la aldea y vieron que las personas estaban bailando bajo la lluvia, porque estaban muy contentas. Sin embargo, el emperador estaba furioso, entonces les pidió a sus guardias que fueran a buscar a los dragones.Los guardias capturaron a los cuatro héroes y encerraron a cada uno en una montaña. Pero los dragones querían ser útiles para la gente, entonces se transformaron en ríos y, así, nunca faltó el agua en la tierra.