Gara y sus amigas fueron a los chorros de Epina.si el agua se mantenía tranquila indicaba que sí, mientras que si el agua se enturbiaba era signo de desamor. Cuando llegó el turno de Gara, el agua se mantuvo tranquila y serena pero luego empezó a enturbiarse y agitarse hasta que en vez de su rostro apareció un sol incendiario
Contrariada, Gara consultó a Gerían, el sabio del lugar. Este, de manera misteriosa, le dijo: “Lo que hade suceder, sucederá. Huye del fuego, Gara, o el fuego te consumirá”.
Huye del fuego o te consumira
Ese mismo día llegó a la isla Jonay, un apuesto joven guanche hijo de un mencey de la vecina isla de Tenerife, que junto con su padre y demás nobles fueron a las fiesta de la pequeña isla. Cuando las miradas de Gara y Jonay se cruzaron, los jóvenes se enamoraron perdidamente en ese mismo instante.
Pero entonces el mar se llenó de destellos: el gran volcán de Tenerife, Echeyde (Teide), arrojaba lava y fuego por el cráter. Tanta era la furia de su erupción que desde La Gomera se podían divisar las largas lenguas encendidas de la cima.
De vuelta a Tenerife, Jonay no podía olvidar a Gara y, al amparo de la noche, se lanzó al mar dispuesto a atravesar a nado la distancia que le separaba de su enamorada
Tras llegar a La Gomera y encontrar a Gara, ambos huyeron hacia El Cedro, en lo más alto de la isla, mientras les perseguían. Los amantes subieron hasta el pico más alto de La Gomera, y al verse acorralados, tomaron un palo afilado por ambas puntas y, apoyándolo en sus pechos, se abrazaron y murieron atravesados.