Laura, que gusto verte. Hace tiempo que no sé nada de ti.
Sí amiga, el trabajo me tiene muy ocupada.
María sigue caminando.
De camino al parque se encuentra una situación que le llama mucho la atención.
Se sienta cerca de un árbol.
No pasará nada si lo boto en el sueño, además nadie me está viendo.
No no, voy a contaminar y eso no está bien. Debo hacer el bien.
Se encuentra a un par de señoritas disfrutando de golosinas y una de ellas, al acabar de comer arroja la envoltura al suelo excusándose que no hay contenedores de basura cerca.
María finalmente toma una decisión.
Amigos, debemos comprender el daño que le hacemos a nuestra madre tierra, recuerden que la más mínima acción puede traer grandes consecuencias. Empecemos a promover la cultura ambiental.
María se encuentra en un dilema si hacer el bien o el mal, si arrojar su botella en el piso o buscar un tacho de basura para depositarlo ahí.
María reflexiona profundamente acerca de la contaminación ambiental y después de una dura lucha con ella misma, entiende que un pequeño gesto como guardarse los residuos y tirarlos más tarde en el contenedor adecuado, puede tener grandes beneficios para el medio ambiente y la la calidad de vida de todos.