Otro dia, no pareciendome estar alli seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde toparon mis pecados con un clerigo.
si
¿Sabes ayudar a misa?
A cabo de tres semanas que estuve con el a tanta flaqueza, que no me podia tener en las piernas de pura hambre
Luego otro día que fui levantado, el señor mi amo me tomó por la mano y sacome la puerta fuera;y, puesto en la calle, díjome:
Lazaro, de hoy mas eres tuyo y no mio. busca amo y vete con Dios, que yo no quiero en mi compañia tan diligente servidor y mi saber no me remidiran.
De esta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza, y poco a poco, con ayuda de las buenas gentes, di comigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde, con la merced de Dios, dende a quince días se me cerró la herida.
topome Dios con un escudero que iba por la calle con razonable vestido, bienpeinado, su paso y compás en orden. Mirome, y yo a él, y díjome:
Yo le dije:—Sí, señor.
Mochacho, ¿buscas amo?
Pues vente tras mí , que Dios te ha hecho merced en topar comigo; alguna buena oración rezaste hoy.
Entonces conoce a un escudero que le ofrece trabajo. Lázaro cree que mejorará su calidad de vida, debido a su posición social. Sin embargo, su miseria continúa y aprende que las apariencias engañan, pues el escudero se viste de forma opulenta y no tiene ni para comer.