(Charlotte llega a su casa resignada y con furia y se encierra en su habitación azotando la puerta)
Charlotte lanza todo a su paso, luego se mira al espejo y empieza a detallarse.
Creo que he llegado a la conclusión de que no es la sociedad la que ha cambiado, la que ha cambiado he sido yo mi forma de pensar y mi percepción de la realidad, ya no soy la niña que solía disfrutar de las pequeñas cosas de la vida como comer un helado o simplemente recibir un abrazo o ver a los niños jugando,
ahora el simple hecho de ver el comportamiento repugnante de las personas me dan nauseas, por más que lo he intentado nada me llena y he llegado a la conclusión de que llevar un estilo de vida como el que tengo ahora sin propósito, sin felicidad y sin siquiera recuerdos a los que me pueda a pegar, no vale la pena. No vale la pena seguir intentando comprender el comportamiento sin sentido de otros que me causa una gran decepción.
No hay nada nuevo, la soledad seguía siendo mi única compañía.