¡Martín! He venido a Cádiz desde mi pequeña finca en Segovia para verte.
Pues, la verdad. no muy bien. Los mayoristas apenas me pagan. Trabajo y trabajo y no obtengo beneficio.
¿Qué tal te va?
Por ejemplo, el otro día vendí brócoli a cincuenta y cuatro céntimos el kilo.
Más tarde, fui a acompañar a un amigo a comprar algunas cosas al mercado. ¡Y el brócoli estaba a 2,85 euros el kilo! ¿Te parece normal? ¿A quién va todo ese dinero?
Pues yo estoy en las mismas. Tengo un gran campo de naranjas y no lo puedo hacer todo por mí mismo, entonces tengo a gente contratada. El caso es que me compran el kilo de naranjas a unos míseros 40 céntimos y luego lo venden a cuatro veces el precio. Ya no tengo dinero para mis trabajadores, ¡mucho menos para mí!
¿Y a ti?
Esto también lo hacen con cualquier producto de origen animal que les vendas, te dan una miseria y luego triplican los precios cuando los venden ellos¡Ya estoy harto de que los intermediaros se lo lleven todo!
Vamos a hacer una manifestación con todos los agricultores que conocemos. ¡Esto no puede seguir así!
El próximo día Martín, Álvaro y más agricultores se dirigieron a Madrid para protestar.
¡Queremos precios justos!
¡Y no sólo eso, también queremos que la PAC elimine sus políticas restrictivas!
No nos escuchan. Parece que vamos a tener que tomar medidas un poco más extremas
Anda, el ministro de agricultura Luis Planas.
¿No es obvio? No se nos paga lo suficiente y organismos como la PAC restringen nuestra producción.
¿Qué está pasando aquí?
No sabía que la situación era tan mala. Ya veré lo que puedo hacer.
La verdad es que a mí no me convence mucho.
Habrá que seguir protestando hasta que cambien las cosas