En esta historia, Laudato si' comienza con San Francisco de Asís enseñándonos a apreciar y amar las cosas que Dios nos ha dado, recordando a no destruirlas con el tiempo.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba
الانزلاق: 2
y a todos los hombres de buena voluntad
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Ocho años después, en 1971, el Beato Papa Pablo VI llamó crisis al problema ecológico, y Juan Pablo II continuó con la iniciativa, pero con mayor intensidad.
se presento una urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad
Yo continuaré tu misión.
salvaguardar las condiciones morales de una auténtica ecología humana
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Su antecesor, Benedicto XVI, pidió en reiteradas ocasiones "la eliminación de las causas estructurales del desajuste económico mundial y la corrección de un modelo de crecimiento que no parece garantizar el respeto por el medio ambiente". Advierte que el medio ambiente natural está amenazado por la responsabilidad humana.
AAAAAHH!
el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza
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Mientras tanto, en el baticano hace cincuenta años, San Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz.
estamos llamados a reconocer nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación
Cuidados de los bienes y la creación.
Las contribuciones de los tres papas enriquecieron el pensamiento de la iglesia, y el patriarca Bartolomé se les unió más tarde para ofrecer penitencia por las formas en que dañamos el planeta.
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De esto se concluye que San Francisco de Asís, como obispo de Roma, no quiso desarrollar una encíclica sin un modelo motivacional, viendo en su testimonio una ecología holística que llama a amar la creación. El mundo no es sólo un problema a resolver, es un misterio gozoso lleno de alabanza gozosa.